
Pueden haber sido nuestros antepasados. Pero no tuvieron ni familia ni nombre. Son los
enfants-trouvés. Son los hijos del olvido. Son una historia de amor y desencuentros. El desencuentro de una sociedad consigo misma, después de darse la espalda tantas veces. Son "esa otra parte" de la genealogía de los blasones y los escudos nobiliarios. Son una historia de seres humanos, abandonados a un costado de la vida. Los buscadores de genealogías no los debemos olvidar nunca. Son los hijos del olvido, pero que no lo sean de nuestro olvido.
Querido Pablo, muy pocas veces leo un informe sobre la realidad histórica que transmita las emociones que me atravesaron. Si bien estoy acostumbrada a recibir calidad con cada tema que nos ofreces, me gustaría decirte que se destaca la delicadeza con la que trabajaste este contenido y que propiciará la empatía entre todos nosotros. Muchas gracias!
ResponderBorrarBuscando un dato diferente llegue a su pagina. Excelente, me encantó.
ResponderBorrarMuchos datos interesantes.
Genial.
Me senti feliz de entrar y ver todo lo que tiene aqui.
Gracias por su blog.