...la identidad es una ficción, un simple mito construido por nuestra imaginación. Hay una persistencia en la construcción de árboles genealógicos en mostrar familias honorables, luchadoras, propulsoras de verdaderas gestas épicas inmigratorias. Y si fuera todo lo contrario, qué es lo que cambia?martes, 23 de junio de 2009
ATAVISMO IMPUDICO.
...la identidad es una ficción, un simple mito construido por nuestra imaginación. Hay una persistencia en la construcción de árboles genealógicos en mostrar familias honorables, luchadoras, propulsoras de verdaderas gestas épicas inmigratorias. Y si fuera todo lo contrario, qué es lo que cambia?
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Me llamó siempre la atención leer en los trabajos genealógicos, que los ancestros alcanzaron un grado de humanidad superior, fueron célebres, bondadosos, nobles, premio Nobel, etc., y me preguntaba como podía ser que la humanidad, habiendo tenido antepasados tan ilustres hoy viva de esta forma, guerras, luchas, hambre, analfabetismo, y no sé cuantas cosas igual de inhumanas, será que el convencernos de que alguien de nuestra familia cumplió con las obligaciones humanas nos hace sentir exentos de ésta, ó probablemente nos avergüence el tomar consciencia que nuestros abuelitos fueron simples seres humanos como el resto, con sueños, ilusiones y necesidades a satisfacer.
ResponderBorrarCon respecto al artículo sobre Shinto, considero muy interesante este tema, nos brinda la posibilidad de revisarnos y comprender el para qué de nuestra conducta con respecto a nuestros ancestros. El mundo interno oriental fue transmitido por generaciones y han logrado la articulación necesaria para integrar el pasado “lo viejo” con el presente “lo nuevo”; quizás tengan mucho que ver las “imagos” en todo este tema, estas sociedades nos muestran que nuestro interior es tan rico y a la vez reticente a manifestarse, que necesitamos encontrarnos con la ternura para lograr expresarlo. Por supuesto esto no es frecuente en nuestra sociedad occidental, aquí estamos educados para el mundo exterior, y este es el que hace que nos olvidemos de quienes somos cada uno de nosotros, creemos ser las máscaras que llevamos puestas; se nos condiciona para no preguntarnos de dónde venimos y de esta forma ignoramos hacia dónde vamos. Gracias por hacernos pensar!